04 marzo 2013

¿Cómo inició el Trastorno de Personalidad en mi madre y qué daños ha causado?



                                                           


¿Desde cuántas generaciones atrás se inició esta cadena, de la que seguramente mi madre fue víctima? ¿Qué sucedió ente mamá cuando era niña y mi abuela? ¿Cómo y por qué inicia el problema de trastorno de personalidad? Acaso sería mi abuela quien hirió profundamente su ego y mi madre al tratar de ocultarlo y de protegerse, es que inventó una historia paralela a la real?                   Sabemos ahora que, desde que era niña, mi madre dio muestras de haber sido precoz, en cuanto a talento, intrepidez, valor de ánimo, agudeza, etc.  Desde el momento en que se percata de ello(supongo que en la adolescencia), lo usa a su favor, quiero pensar, que de manera inconciente, después vienen sus efímeros logros ya mencionados anteriormente, (mas adelante tocaré el punto de sus logros y por qué los llamo efímeros).  Así con estos antecedentes, llegaría mi madre a la juventud, su belleza física, su seguridad en ella misma, su facilidad para hacerse agradable a los demás, la consolidación de su liderazgo, saberse una mujer admirada, envidiada, el poder que ejerce sobre los demás, provoca en mi madre una afán por sentirse admirada y permite que  la soberbia y vanidad formen parte de su vida. No es aquí donde nace el T.de P.  pero sí es que empieza a crecer, según mi parecer, el T. de P. se gesta con aquél presumible evento que tuvo con la abuela, varias señales me hacen creer que así fue, es decir, cuando todavía era una niña, Por eso ella quiere hacerse notar y demostrarle a todos(sobre todo a su mamá), que ella es capaz de salir avante en todo lo que se proponga, - eso es una buena actitud si fuera algo natural- pero como es producto de alguna revancha, entonces esa actitud nace y crece de manera insana.
Aquéllas visitas cuando niña, a la casa de la familia de mi padre despertaron en ella un sueño por alcanzar esos niveles que ella no tenía y que al unirse a mi padre acostumbrado a vivir así y además con una profesión...era lo que ella necesitaba para saltar a un nuevo estilo de vida. Pareciera algo de lo mas normal y hasta aplaudible, que mi madre quisiera superarse y subir de nivel, pero no se conformó con eso, mas bien lo mas importante para ella, sería convertirse en el centro de atención, la mejor, ¡La número uno! Sin importar  que tuvieras que sobajar a otros, incluso a sus propias hijas.
Otro factor importante que influyó en su T.de P. fueron las alabanzas, adulaciones, que a lo largo de los años se convirtió en una exigencia de parte de ella, como si de ello dependiera su vida, como sus pilas para retomar energía.

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¿Por qué efímeros logros?
Era tal el afán de mi madre de sobre salir, que solo picoteó aquí, allá y acullá, realmente nunca se dedicó a una cosa específica y bien dicen: "El que mucho abarca, poco aprieta", efectivamente, mi madre no consolidó nada, lo que ella se proponía era abarcarlo todo. En cambio mi padre, aunque sí le gustaba mucho leer de diferentes temas, estudiar idiomas y estar siempre informado, no dispersaba sus energías, sino mas bien se dedicó a prepararse y mantenerse actualizado en lo referente a su profesión .
Mal asunto, ya que como el ejemplo a seguir fue mi madre, la mayoría de nosotros los hermanos, también hicimos lo mismo, solo picoteando y se nos dificultaba terminar lo que empezábamos.
Cuántas veces, de joven, me pregunté: ¿Por qué se me complica tanto terminar algo, por qué no puedo llegar al final?

Cuando empecé a percatarme de todo lo que sucedía, cambié mi ejemplo a seguir...me refiero a mi padre, de quien siempre debí haber aprendido mas.
Lo bueno que aprendí de mi madre, permanecerá por siempre dentro de mi aprendizaje, lo demás lo he desechado.

No sé exactamente, en qué momento, a mi madre se le fue distorsionando la realidad, la cual nos transmitió. Por eso nostras(os), también crecimos con una realidad distorsionada y por eso también, fue que se nos dificultó el darnos cuenta que nuestra propia madre, nos estaba hundiendo.

Siempre hablo solo de nosotras las hermanas, ésto porque como mencioné anteriormente, mi madre se ensañó mas con las mujeres y aunque aparentemente con mis hermanos no se metía tanto, también salieron afectados.
Mientras mi padre vivió en la casa familiar, no se notaba mucho la disfunción, ya que él lograba un cierto equilibrio, pero cuando mi madre se quedó al mando...todo cambió.

Mi confusión empezó cuando empecé a crecer y me di cuenta que no era cierto lo que de niña me habían enseñado:
*Si eres buena te va bien; si eres malo, te va mal. 
*Las personas que hacen daño, que mienten, que sobajan, que humillan, etc. se ponen feas y /o se enferman.
Después, empecé a darme cuenta, que en la familia no ocurría como en otras partes:
*Los ancianos quieren estar en paz, desean el apoyo y la ayuda de los hijos, quieren tranquilidad en sus vidas, ya han delegado muchas o todas las responsabilidades a sus hijos.
- No ocurre así con mi madre, ella no acepta nuestra ayuda, dice que no la necesita, que ella nunca ha necesitado de nadie y que todavía se puede valer por ella misma y si de pronto nos pide ayuda, invariablemente se queja de que lo hicimos mal y hasta inventa cosas para echarnos en cara que no tenemos la capacidad suficiente para arreglar sus asuntos.
* Que las mujeres a partir de aproximadamente 45, 50 años de edad, ya se pueden dedicar a viajar, a hacer lo que mas les guste,
a estudiar, a salir con las amigas, etc. Pues se supone que los hijos ya se casaron, que viven con el esposo con buena solvencia económica, o que tienen una buena pensión, etc.
-Con nosotras no ocurre así. 
*Los hijos superan a los padres y les toca apoyarlos económicamente y en otros aspectos.


Ahora entiendes por qué se trata de un problema grave?
Es un daño que va creciendo y se va extendiendo a las otras generaciones, es un daño que va minando la autoestima de las víctimas.
No conforme con que nosotras hemos padecido tanto, ahora saber que nuestros hijos también han sido afectados...es un dolor inmenso el que tengo, de darme cuenta que este mal ha pasado también a ellos.

Aparentemente esta personas no sufren, ya que siempre les va bien, son tan astutas que siempre se salen con la suya y planean todo para que las cosas se acomoden a su favor.
Mientras que haya aduladores a su alrededor, las personas con este T.de P. seguirán alimentándose de su energía.




03 marzo 2013

¿Cómo es que fue creciendo el Trastorno de Personalidad en mi madre?

                                                               

Es necesario enfatizar que el afán de investigar, sobre éste y otros temas afines, nace de la necesidad apremiante de saber como es que mi madre adquiere este Trastorno de Personalidad, el cual ha provocado un daño profundo y permanente, a quien se supone debía proteger por sobre todas las cosas: Sus hijas e hijos.

El enfoque será hacia la madre, por ser ese mi caso, pero se puede aplicar al padre, hermana,o, tía,o, jefe, o cualquiera que te esté fastidiando la vida.
Por la importancia y seriedad que tiene el tema, insisto en recordarte que carezco de las atribuciones competentes para brindar una asistencia apropiada, te recomiendo que para una ayuda especializada, acudas a consulta con un profesional.
No obstante, el interés de este blog, es que sean respondidas algunas de tus interrogantes y que al entrar, a este tu espacio, encuentres un ambiente cálido, lleno de amor y una mano amiga.
Incluiremos artículos de Psicólogos, Psiquiatras, sacerdotes y estudiosos del tema, así como testimonios, reflexiones, pensamientos, etc. encausados a levantar la autoestima, así como un glosario de términos. Mas adelante se irán incorporando mas temas.
De todo corazón te digo, que espero te sea de mucha utilidad. 
Gracias por estar aquí. 
Es extenso, pero por favor léelo todo, te servirá como guía para tu propio caso.







                                                     



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02 marzo 2013

¿Víctima del Trastorno de Personalidad y tus hijos lo están padeciendo?


Cuántas madres, víctimas del Trastorno de Personalidad Narcisista, vamos cometiendo errores con nuestros propios hijos? Sobre todo si es el padre o la madre quien lo padece y como he dicho antes, mas grave es, si quien lo padece es la madre, ya que es quien nos ha dado la vida y hace varios años atrás, quien por lo general, estaba al frente de la educación de las hijas(os)

Yo cometí muchos errores con mis hijos, tomé decisiones equivocadas. Quería lo mejor para ellos, pero no fui una madre ejemplar porque traía conmigo los patrones  que aprendí de mis padres y como a quien mas trataba de imitar, era a mi madre, quien se había puesto como ejemplo a seguir...pues me la pasé dando tumbos.
Mi soberbia, inseguridad, inmadurez, no me permitieron darles una buena y completa educación.
Aparentemente, la educación básica que recibí en casa fue buena, con mucho amor, valores...un buen aprendizaje.
Pero antes de la pre-adolescencia, ya recibíamos de mamá una doble lectura de sus enseñanzas; por un lado valores religiosos, morales, bondad y por otro lado el mensaje de "No vas a hacer nada en la vida porque no vales gran cosa y tendrás que conformarte con poco"
Para lograr esto, mi madre tuvo que hacer uso de la soberbia, la vanidad, el egoísmo, humillación...provocando con ello, baja autoestima en sus hijos.

Ya te imaginarás entonces que iba a poder enseñarles a mis hijos. Fue una lucha constante entre el bien y el mal, una confusión total. Ahora que lo tengo claro, ya es un poco tarde, mis hijos ya crecieron bastante y ahora ellos vienen cargando con un costalote a sus espaldas.

 Si tu eres víctima de una madre o un padre con Trastorno de la Personalidad y aún tienes hijos pequeños, deberás  poner mucha atención en no repetir los patrones que vienes cargando, porque el daño a los hijos es inmenso y muy doloroso.
No es nada fácil, ya que mas de las veces ni nos damos cuenta de cual es el origen de nuestros problemas, de la baja autoestima que padecemos y  de nuestros sufrimientos, sin embargo estás aquí, leyendo este artículo y eso quiere decir que estás tomando consciencia o ya lo tiene claro y ahora deseas saber como salir de este atolladero.
Lo 1o. que debes hacer es despojarte de la soberbia que todos los seres humanos tenemos, esforzarte por ser humilde, que no es nada fácil; pero solo así podrás ayudarte y ayudar a tus hijos.
Recuerda que no lo sabemos todo, aunque creamos que sí,  siempre habrá personas que están abajo de nosotras y otras que están arriba, por lo tanto no somos menos ni mas.



01 marzo 2013

¿Cómo rayos le hago para salir de esto?

                                             
                                                   

Pero ¿Por qué es tan complicado safarse de una dinámica familiar tan enferma? ¿Por qué nos sentimos encadenados a ella?
¿Por qué cuesta tanto trabajo tomar una decisión firme?
Quizá te preguntes a ti misma o me preguntes a mi: Si te dabas cuenta ¿Por qué no actuaste a tiempo? Para quien no ha vivido una experiencia similar, no es fácil de entender y para quien sí lo ha vivido, no es tan fácil de aplicar, es decir, de actuar a tiempo.
Imagínate, yo, una niña viviendo en un contexto familiar, en donde parecía que todo marchaba bien, con padres católicos, - en ese entonces y a esa edad, era la única religión que conocía- para mi, mis padres eran insuperables, nos querían, nos cuidaban, éramos una familia unida. Recuerda que fuimos educadas de manera estricta, nos sobre-protegían, casi no nos dejaban salir, ser buenas significaba ir a misa todos los domingos, no decir groserías y acatar las órdenes de papá y mamá; nos salvó que fuimos muchos y entre nosotros armábamos nuestros juegos y también con los vecinos, sí nos divertíamos y sí fuimos felices, no nos pasaba por nuestra mente ninguna nube gris. A pesar de que desde niña me regañaban y me golpeaban, era tanta mi inquietud por hacer travesuras que, aparentemente, pasaba por alto esos desatinos, para seguir sumida en mi propio mundo de juegos y felicidad.
Las demás personas nos tenían como familia modelo, mamá era considerada como la mujer perfecta, casi le ponían un nicho y los sacerdotes, que eran en ese entonces ley, la querían, la consentían, incluso varias veces nos decían: Siempre háganle  caso a su mamá, para que cuando crezcan sean como ella. Así crecimos con esas ideas, ¿Cómo rayos iba yo a pensar que mamá en vez de impulsarme para crecer, me estaba poniendo el pie para que no avanzara?  Ni con el pensamiento me estaba permitido y si lo hacía, al rato me sentía culpable con la creencia de que me iría al infierno.
Al contrario, siempre creí que la mala, era yo, la inútil, la tonta, la que jamás llegaría a ser como mi madre, todo lo que pasaba a mi alrededor indicaba que ella era la mejor madre del mundo.
Con esas creencias erróneas crecimos, la semilla del "tu no vales y jamas llegarás a hacer algo en tu vida" la traíamos incrustada en el alma" pensamientos arraigados que fuimos arrastrando a lo largo de nuestra vida y aunque sí logré hacer varias cosas, al igual que mis hermanas (os), pero a la vez iríamos cometiendo varios errores garrafales, no aprendimos a ser asertivas, menos resilientes y eso mismo se los traspasamos a nuestros hijos, por fortuna todos son jóvenes de noble corazón, pero con una gran inmadurez
Mas adelante hablaremos de los distintos trastornos y/o diferentes nombres con los que se le conoce a este tipo de desarreglos, con mi particular punto de vista y por su puesto con la consabida bibliografía, para que no dejes de leer los artículos de especialistas, personas que con título en mano, te pueden explicar de manera científica y con términos propios, cómo, cuando y por qué surgen estas desviaciones y las estrategias adecuadas para una sanación. Yo hablo solo de mi propia experiencia de tantos años vividos y que a mi edad de casi 60 años, a pesar de considerar que ya estoy fuera, no lo estoy del todo, sobre todo por el daño que ya está hecho.
Actualmente, mi hermana y yo, estamos juntando los pedazos  que quedaron, para reconstruir nuestra vida y aunque no la tenemos nada fácil, créeme, que sí se puede, no importa la edad que tengas, siempre es el tiempo adecuado para hacer cambios positivos, siempre, mientras estemos vivos, hay esperanzas, ilusiones, ganas de ser feliz, de reír, de ser mejores seres humanos; pero sobre todo de creer que Dios está con nosotros, creerlo de verdad no por obligación como nos enseñaron cuando éramos niñas. 
Si eres una jovencita o un jovencito, estás en el momento justo de abrir los ojos, tomar distancia y actuar para salirte de esa situación que estés viviendo.
Adelante amiga, amigo, no te desesperes, tampoco te quedes cruzado de brazos, sí hay una solución.