Yo cometí muchos errores con mis hijos, tomé decisiones equivocadas. Quería lo mejor para ellos, pero no fui una madre ejemplar porque traía conmigo los patrones que aprendí de mis padres y como a quien mas trataba de imitar, era a mi madre, quien se había puesto como ejemplo a seguir...pues me la pasé dando tumbos.
Mi soberbia, inseguridad, inmadurez, no me permitieron darles una buena y completa educación.
Aparentemente, la educación básica que recibí en casa fue buena, con mucho amor, valores...un buen aprendizaje.
Pero antes de la pre-adolescencia, ya recibíamos de mamá una doble lectura de sus enseñanzas; por un lado valores religiosos, morales, bondad y por otro lado el mensaje de "No vas a hacer nada en la vida porque no vales gran cosa y tendrás que conformarte con poco"
Para lograr esto, mi madre tuvo que hacer uso de la soberbia, la vanidad, el egoísmo, humillación...provocando con ello, baja autoestima en sus hijos.
Ya te imaginarás entonces que iba a poder enseñarles a mis hijos. Fue una lucha constante entre el bien y el mal, una confusión total. Ahora que lo tengo claro, ya es un poco tarde, mis hijos ya crecieron bastante y ahora ellos vienen cargando con un costalote a sus espaldas.
Si tu eres víctima de una madre o un padre con Trastorno de la Personalidad y aún tienes hijos pequeños, deberás poner mucha atención en no repetir los patrones que vienes cargando, porque el daño a los hijos es inmenso y muy doloroso.
No es nada fácil, ya que mas de las veces ni nos damos cuenta de cual es el origen de nuestros problemas, de la baja autoestima que padecemos y de nuestros sufrimientos, sin embargo estás aquí, leyendo este artículo y eso quiere decir que estás tomando consciencia o ya lo tiene claro y ahora deseas saber como salir de este atolladero.
Lo 1o. que debes hacer es despojarte de la soberbia que todos los seres humanos tenemos, esforzarte por ser humilde, que no es nada fácil; pero solo así podrás ayudarte y ayudar a tus hijos.
Recuerda que no lo sabemos todo, aunque creamos que sí, siempre habrá personas que están abajo de nosotras y otras que están arriba, por lo tanto no somos menos ni mas.