La soberbia es un mal que padece la humanidad y que se ha ido extendiendo de manera exponencial en todo el mundo, es un problema grave que daña a la persona misma que la padece, a su familia y a su entorno, por lo tanto, no es un problema local, ya que estará contribuyendo de manera directa a la descomposición social de cada país, en algunos mas y en otros menos, depende de varios factores.
¿Y todavía nos preguntamos por qué el mundo anda de cabeza?
Todo empieza en la familia:
La Sra. X ya viene cargando con una herida profunda en su ego, la cual la hace vulnerable a ser atacada por la soberbia.
La Sra. X le da entrada a la soberbia y permite que se instale en su vida. La soberbia no es una enfermedad de orden Psicológico, es una emoción de orden moral.
Por ejemplo, para los católicos, la soberbia es uno de los pecados mas graves, algunos estudiosos del tema dicen que es una conducta consciente, es decir, no es una enfermedad mental que se instale sin voluntad de la persona, sino que la Sra. X, en este caso, le permitió el acceso y ademas la dejó crecer.
A partir de que su ego ha quedado herido por alguna situación pasada, ella se promete a sí misma, no dejarse pisotear por nadie, sin embargo ella pisotea a sus hijos.
La Sra. X se convierte en madre de 2 niñas y un niño, a los cuales humilla y sobaja, ellos crecen creyendo que no valen nada, o sea con la autoestima en los suelos.
Una de las hijas da muestra de ser buena estudiante, se percata que tiene muchas habilidades, desea ser como la madre y la empieza a imitar, por lo que también permite que la soberbia se instale en su vida, si llega a tener un alto cargo en alguna empresa, será una jefa con cero tolerancia, prepotente, minimizando a sus empleados; si tiene hijos hará lo mismo con ellos, su relación sentimental, no podrá nunca ser buena.
La otra hija no es buena para los estudios, crece confundida, insegura, deja la escuela, en el campo laboral no le va bien, en el campo sentimental menos, si se llega a casar, esa relación será un desastre, si tiene hijos, les transmitirá su inseguridad, inmadurez y todas sus carencias, los hijos por supuesto irán arrastrando su costal de basura, que con el tiempo se irá haciendo cada vez mas pesado,
y los hijos a sus hijos y así será una cadena interminable.
El hijo se casa con una mujer controladora, soberbia, que lo ridiculiza y no toma en cuenta, si tienes hijos estos crecerán con una estima muy dañada, con problemas y repetirán la misma historia.
Saldrán al mundo a ser jefes, presidentes de un país, padres, madres, líderes, etc.
La cadena va creciendo, el daño se va extendiendo...contribuyendo en gran medida a la degradación del ser humano, que ya estamos viviendo, padeciendo; un daño al victimario, daño a la víctima directa, daño a los hijos de la víctima, daño a los que se mueven alrededor y a todas las áreas de la vida.
No es poca cosa, es un tema serio que no debemos dejar pasar, es importante que nos demos cuenta si nosotros mismos nos estamos dejando envolver por la soberbia, que muchas de las veces inicia con la necedad; ésta, puede llegar a convertirse en un grave trastorno de la personalidad, el cual primeramente te dañará a ti y por consiguiente a quienes te rodean, a tus seres queridos.
Sería conveniente que primero nos diéramos cuenta de nuestro propios defectos, antes que señalar los defectos de los de enfrente, en eso somos unos expertos, pero rara vez nos damos cuenta de los propios.
El amor es parte esencial, que nunca debe faltar, pues solo con amor se puede tener la capacidad de hacer empatía con los demás.
La empatía se ha ido perdiendo por causa del egoísmo, porque las mas de las veces, solo nos concentramos en nuestros propios problemas. Incluso cuando alguna amistad o conocido se acerca a nosotros a contarnos sus problemas, le sacamos la vuelta, no queremos enterarnos de los asuntos desagradables de los otros, no queremos dejar nuestra comodidad.
A muchas personas le da mucho miedo cometer errores, si no logran el proyecto que tenían en mente, se sienten fracasados, muchas veces, por ese motivo, ya no continúan y se dejan vencer.
Cuando precisamente de los errores iremos aprendiendo, porque los errores fortalecen, son escalones que nos llevarán a la cima Es importante que no le llames fracaso a un proyecto no resuelto, solo son pasos, intentos que vamos dando, para llegar al éxito.
No son los errores los que no te permiten avanzar, sino mas bien la necedad.
Cuando la necedad se convierte en parte de tu vida, la soberbia está a la vuelta de la esquina.
¿Quién no ha cometido errores? ¿Quién no se ha equivocado al tomar una decisión? ¿Quién no ha fallado una y otra vez en alguna empresa que nos proponemos realizar?
Quien diga que no ha cometido errores...el primero es ese: Negarlo.
¿Cómo se puede corregir un error si antes no es reconocido?
¡Imposible!
Recuerda que la necedad es prima hermana de la soberbia, porque cuando alguien se monta en una postura y aunque siga fallando, continúa ahí, aduciendo que todo está bien, que sabe por donde va, que nadie le brinde ayuda, consejos...tanta será la necedad que creer que todo lo sabe, que cuando menos lo piense, ya está instalada en la soberbia. Que mal fin.
Una persona con soberbia se hace daño así misma y a quienes la rodean, contamina el ambiente.
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